En una ceremonia pública en el centro de Roma, el papa Francisco no pudo reprimir sus lágrimas ayer al evocarla guerra que afecta a “Ucrania martirizada”, y pidió a la Virgen María interceda por los niños, ancianos y madres que sufren las atrocidades de las guerras.
En el homenaje a la Virgen María en la fiesta de la Inmaculada Concepción, el papa encabezó ayer en la plaza de España la ceremonia delante de la estatua de la Virgen, instalada en la parte superior de una columna, en el barrio romano.
“Oh, Virgen Inmaculada, hoy me habría gustado traerte la acción de gracias del pueblo ucraniano… (pausa, sollozos y lágrimas)… del pueblo ucraniano por la paz que llevamos tanto tiempo pidiendo al Señor’’, dijo el Papa al leer su discurso de pie.
Con el cuerpo agitado por los sollozos, el papa permaneció en silencio unos segundos, y luego la multitud lo aplaudió con calidez, reportó la agencia AFP.
Luego Francisco retomó su discurso, apoyándose en el brazo de su silla pero permaneciendo de pie: ‘‘En cambio, debo presentarte la súplica de los niños, de los ancianos, de los padres, madres y de los jóvenes de esta tierra martirizada que tanto sufre”, prosiguió, el pontífice, con la voz quebrada por la emoción.
En su oración pública del Ángelus en la plaza de San Pedro, el papa ya había evocado el deseo universal de paz, ‘‘especialmente para la martirizada Ucrania que tanto sufre”.