Las líneas y señales que aparecen en nuestras manos siempre han constituido un enigma para el hombre. La quiromancia es el arte de describir la personalidad y predecir el destino de una persona a través del estudio de la palma de su mano, leyendo líneas y señales
Los orígenes de su estudio se remontan a épocas remotas, aunque se cree que nació en la India y más tarde se extendió por casi todo el mundo antiguo: Caldea, Egipto, Babilonia, Asiria… hasta en la Biblia se encuentran referencias a este conocimiento.
A través de la lectura de mano se pueden describir características de una persona: virtudes, defectos, carácter, además de una serie de eventos que pueden determinar su destino de manera significativa. En la Edad Media, los que practicaban la quiromancia, o quiromantes, eran acusados de brujería y perseguidos por la Santa Inquisición.
El mundo moderno ha cambiado las reglas, y desde hace algunas décadas, la comunidad científica ha confirmado la existencia del potencial físico, psicológico y genético que encierra el estudio de las manos, y es por ello que hoy hablamos de la quirología, que relaciona las manos del individuo con su personalidad y su herencia.
Te damos algunos ejemplos de lo que está oculto en tus manos:
La temperatura
Las manos calientes pertenecen a personas nerviosas y excitables, mientras que las frías pertenecen a personalidades reservadas e introvertidas.
Las manos secan indican generosidad y al-truismo, las húmedas denotan timidez e inhibiciones.
La Línea de la Vida
Si no tiene cortes, nos habla de una persona de carácter ameno y generoso, de vitalidad notable y ánimo optimista, que disfruta del amor y la vida social. Si la línea está cortada o se la ve muy desdibujada, puede indicar sensibilidad marcada.
El Monte de Venus
Si está bien definido, indica un temperamento artístico, interesado en los demás, también una sexualidad bien despierta, y buena salud. Si es estrecho y poco carnoso, significa desconfianza, autocontrol y otras limitaciones relacionadas más con la cabeza que con el corazón.
Dedo pulgar
El dedo pulgar, también llamado dedo de Venus, es el más importante de las manos, es el único que puede prensar los objetos. Un pulgar muy desa-rrollado representa desbordes emocionales, exa-geración en las apreciaciones y descontrol en el manejo de la propia sexualidad. Si es pequeño y ágil, indica aptitud para relacionarse, voluntad creadora y sexualidad generosa.
Dedo índice
El dedo índice, conocido como dedo de Júpiter, o dedo de la ambición, es el que indica y comanda distintas acciones. Cuando es tan o más largo que el dedo anular (el del anillo), contribuye a la prosperidad. Si es más corto que el anular, indica una persona dominada por el corazón.
El del medio
El dedo medio o mayor se considera el dedo del destino, o del equilibrio. Si se inclina hacia el anular, será una persona orientada a la vida sentimental, en cambio, si se inclina hacia el dedo índice, significa atracción por los bienes materiales. Cuando su posición es recta, es equitativa.
Dedo anular
El dedo anular, o del Sol rige la inspiración el sentido del romanticismo y el verdadero amor. Cuanto más carnoso es, más dominado por la libido y el erotismo será la persona.
Dedo meñique
El dedo meñique es también llamado dedo de la inteligencia. Si es largo, (sobrepasa la segunda falange del anular), indica capacidad para comunicarse con los demás. Si es llamativamente largo, tiene facilidad de palabra, pero indica una perso-nalidad fabuladora y engañosa.
Línea de la salud
Si la línea de la vida es tenue o difícil de ver, la línea de la salud indicará tanto el bienestar material como el físico. Si la persona tiene una línea del destino, de la fama o del éxito apenas visible, entonces la línea de la vida también de-sempeñará un papel importante en el desarrollo de la riqueza material.
La línea de la salud puede encontrarse exten-diéndose desde debajo del meñique, bajando por la palma de la mano hasta la base del pulgar. En ocasiones, podría incluso unirse con la línea de la vida.
El mundo moderno ha cambiado las reglas, y desde hace algunas décadas, la comunidad científica ha confirmado la existencia del potencial físico, psicológico y genético que encierra el estudio de las manos.