El senador republicano Ted Cruz señaló que “el comunismo es una ideología malvada y este hallazgo es un recordatorio de que los crímenes de los regímenes comunistas nunca serán olvidados”
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó que el Estado cubano tuvo responsabilidad en la muerte de los opositores Owaldo Payá y Harold Cepero en 2012 y en la vulneración de los derechos del político español Ángel Carromero y debería hacer efectiva una compensación.
El “informe de fondo” sobre el caso Payá, pu-blicado diez años después de la demanda presentada por las familias de los dos opositores y por Carromero, que conducía el vehículo en el que murieron y fue condenado en Cuba a cuatro años de cárcel, es un “motivo de esperanza”, dijeron a EFE familiares de los fallecidos.
“Este veredicto es un paso hacia la justicia y nos devuelve la esperanza (…) El régimen no pudo asesinar el legado de Oswaldo, que seguirá viviendo y guiando el camino del pueblo cubano hacia la liberación”, dijo a EFE Ofelia Acevedo, viuda del disidente Payá, que fue el fundador del Movimiento Cristiano Liberación.
Sabas y Hanner Cepero, hermanos del opositor, mostraron su apoyo a la CIDH “en su condena a la dictadura cubana”. “La verdad ha salido a la luz”, señalaron.
Las familias de ambos opositores cuestiona-ron desde el principio la versión oficial cubana de que murieron en un accidente de tráfico causado por la conducción temeraria del político del conservador Partido Popular de España y denunciaron que fueron víctimas de un “atentado” por parte de la seguridad del Estado de Cuba.
El informe de la CIDH establece que existen “indicios serios y suficientes” para concluir que agentes estatales cubanos tuvieron participación en las muertes de Payá y Cepero el 22 de julio de 2012 en una carretera cerca de Bayamo (Cuba).
Carromero, víctima y testigo
La CIDH tomó en cuenta en particular el testimonio de Ángel Carromero, quien declaró que el automóvil en el que viajaban había sido impactado por un auto oficial, lo cual fue corroborado por un testigo ocular.
“El Estado cubano no presentó alegatos o negó estos argumentos. En consecuencia, la CIDH estableció que el Estado cubano violó los derechos a la vida, honra y libertad de expresión de ambas personas”, señaló la CIDH en el comunicado en el que anunció la conclusión del informe del caso Payá.
En relación con el derecho de acceso a la justicia, la CIDH observó que los familiares de Oswaldo Payá nunca tuvieron acceso a los informes de autopsia, ni al contenido de diligencias realizadas.
En el proceso contra Ángel Carromero por su alegada responsabilidad en el accidente, tampoco se permitió participar, solicitar pruebas, ni apelar a la sentencia. Y fue víctima de tortura y tratos inhumanos como golpes, falta de acceso al aire libre, luz solar y una nutrición adecuada”.
Por ello, la CIDH determinó que “el Estado vulneró el derecho a la integridad personal en perjuicio del señor Carromero”.