España llegó con un aura, era, sí, era uno de los contendientes a ganar Catar 2022.
Pero, Marruecos los eliminó en octavos de final y todo aquello que se habló alrededor de los ibéricos se fue al fondo. Que si eran una generación joven, que si habían goleado, que si Luis Enrique era un innovador. Un sinfín de cosas se dijeron, pero la realidad es que este equipo decepcionó, no ha vuelto a ser el mismo desde 2010.
Ganaron su primer Copa del Mundo en el Mundial de Sudáfrica 2010. Una generación dorada marcó su historia y levantaron el trofeo; por fin habían dado un golpe de autoridad después de años de no triunfar. Se creía que eran grandes, pero ahora, demostraron que no, solo fue un espejismo.
Desde aquel gran triunfo hace 12 años no han podido destacar de forma consistente. Una estadística lo reafirma: apenas han ganado 3 de sus últimos 11 juegos mundialistas.
El fútbol no es de merecimientos. Los ibéricos ganaron la posesión del balón y mandaron al conjunto africano a su área, pero no pudieron concretar. Tuvieron la presión encima y sucumbieron desde los 11 pasos.
Dio igual que su equipo estuviera compuesto por jugadores jóvenes, terminaron fracasando. Dio igual que dieran casi 1000 pases, Marruecos supo jugar su partido, atrincherarse y sacar un valioso resultado. Es la primera ocasión que llegan a octavos de final y es la primera tanda de penales que ganan en su historia.
Luis Enrique, técnico de España, previó un escenario así pero no pudo adelantarse con éxito. Antes de saber que se jugarían el pase a cuartos afirmó que pidió a sus jugadores cobrar penales con sus clubes. Hasta aseguró que él eligió a los 3 cobradores, los únicos que alcanzaron a tirar. No sirvió, fallaron todos: Pablo Sarabia, Carlos Soler y Sergio Busquets.
En Brasil 2014 no avanzaron a octavos de final. En Rusia 2018 buscaban revancha, pero tampoco tuvieron éxito. Avanzaron a octavos y se midieron al anfitrión, quien les propinó una dolorosa eliminación en la tanda de penales, como ahora.