Esta piedra tiene una poderosa energía para proteger de las energías negativas y para estimular la confianza, la comunicación, la seguridad en uno mismo y las energías positivas, al estar estrechamente vinculada al chakra de la garganta
De un llamativo, vistoso y bonito color azul verdoso (con vetas oscuras que se asemejan a una telaraña), la turquesa (también conocida bajo el nombre de calaíta) es una de las piedras más famosas de todo el mundo. Es también una de las piedras espirituales más usadas y posiblemente la hayas visto en más de una ocasión en alguna joya…
Este mineral tan bonito toma su nombre del francés ‘turquoise’, que originalmente significaba ‘piedra de Turquía’. Fueron precisamente los turcos quienes trajeron la piedra por primera vez al continente europeo, en la época de las Cruzadas. Desde entonces, la turquesa se ha convertido en una piedra de alto valor a la que se le asocian numerosas propiedades y virtudes. Se dice que la piedra turquesa tiene numerosas propiedades curativas y beneficiosas, así que, si te interesa todo lo relacionado con las piedras y cristales espirituales y el significado de las piedras, sigue leyendo para descubrir todos los detalles sobre ella…
Propiedades de la piedra turquesa
La turquesa es una de las piedras protectoras por excelencia: según los expertos, la piedra turquesa tiene muchas propiedades sanadoras y protectoras: entre otras cosas favorece el descanso, la calma y la vitalidad, estimula el organismo, fomenta el equilibrio e impulsa la creatividad y el desarrollo personal.
Esta piedra tiene una poderosa energía para proteger de las energías negativas y para estimular la confianza, la comunicación, la seguridad en uno mismo y las energías positivas, al estar estrechamente vinculada al chakra de la garganta. No hay que olvidar que, según los expertos, el chakra de la garganta facilita la expresión de los sentimientos, las emociones y los deseos más profundos…
Beneficios de la piedra
¿Y cuáles son los beneficios que tiene la piedra turquesa? Psicológicamente, la turquesa es una piedra que te conecta con tu ser y con tu esencia y que fortalece. La turquesa aporta calma, estabilidad y fomenta la expresión creativa del ‘yo’ a través del despertar de la intuición.
A nivel físico, la turquesa se puede utilizar ante estados de agotamiento y de depresión, ya que provoca una sensación de alegría en el interior. Es también una piedra que ayuda a proteger de influencias negativas o de los efectos externos. En términos espirituales, esta piedra de color intenso ayuda o promueve la conexión entre los diferentes planos y despierta la parte mística en nosotros”, explica la experta.
Usos de la turquesa
¿Cómo usar la turquesa para aprovechar todos sus beneficios al máximo? Se puede colocar sobre el tercer ojo –que se sitúa en el centro de la frente– para potenciar la intuición. También se puede colocar sobre la garganta o llevarla colgada para liberarte de antiguos mandatos o prohibiciones y promover así que el alma vuelva a expresarse siguiendo su naturaleza.
La piedra turquesa también puede reducir la intensidad y la frecuencia de los dolores musculares o de articulaciones, gracias a su poder regenerativo sobre los tejidos: puedes colocarla en la frente para aliviar el dolor de cabeza, o sobre zonas del cuerpo lesionadas que quieres tratar más rápido. Si quieres absorber todas sus buenas energías, apuesta por lle-var la turquesa en contacto directo con la piel, por ejemplo, en un colgante, en un anillo o en una pulsera.
Cómo limpiarla
Una manera muy fácil y sencilla de limpiar la piedra turquesa de las posibles energías acumuladas es sumergién-dola toda una noche en un vaso de agua con sal marina o filtrada (el agua del grifo puede dañar su superficie).
Como todos los minerales, esta piedra se descarga energéticamente con el paso del tiempo: cuanto más se usa, más rápido disminuye su energía. Por ello los expertos recomiendan hacer esta limpieza al menos una vez al mes y sobre todo, estar pendiente del brillo y opacidad de la piedra: si esta se vuelve opaca y se agrieta (o incluso se rompe en fragmentos), es que ha llegado al fin de su vida útil.
Cómo cargar la piedra turquesa
Puedes cargar y activar la piedra turquesa como otros minerales similares: dejándola expuesta a la luz de la luna (mucho mejor si es luna llena) durante toda una noche. También puedes dejarla bajo los rayos del sol, pero solo durante un par de horas, para que no se dañe su superficie. ¡La turquesa es una piedra bastante frágil!
La turquesa es una de las pocas piedras espirituales que se recomienda llevar sola, ya que su energía es demasiado poderosa y podría interferir con la de otras piedras. Solo se recomienda ‘mezclarla’ en algunos casos con otras piedras de similares tonalidades azules que tengan una energía similar o más suave, como la labradorita, la aguamarina, el lapislázuli o el ágata azul.
La piedra turquesa se ha utilizado como un poderosos amuleto natural desde la Antigüedad por numerosas civilizaciones. En la actualidad, se encuentran yacimientos de esta piedra en países como Estados Unidos, Irán, México, Egipto, China, Perú, Polonia y Rusia, aunque se comercializa en todo el mundo: es ampliamente usada tanto en joyería como en elementos de decoración. ¡No esperes más y hazte con una piedra turquesa para aprovechar sus propiedades!