Por Emilio Martínez Paula
El 20 de Agosto de 1940 Leon Trostky fue atacado salvajemente en México por Ramón Mercader. Un día después moría en un hospital de la Cruz Verde
El Partido Comunista Ruso hizo pública la petición de que no se critique a Stalin por un día para celebrar la fecha de su nacimiento.
El Partido Comunista se ha dedicado a ocultar los terribles crímenes de la era Stalinista. El Partido ha hecho público “que nos gustaría mucho que cualquier discusión sobre los errores de la época de Stalin se silencie para que la gente pueda reflexionar sobre la personalidad de Stalin como creador, pensador y patriota”, dijo Iván Melinikov, vice presidente de la cámara baja del parlamento.
El Partido Comunista sigue siendo la segunda fuerza política de Rusia después de Rusia Unida. Aunque en la práctica el Partido Comunista, como en la era estalinista, manda en Rusia.
En un esfuerzo por limpiar la imagen de Stalin, los comunistas siguen la iniciativa de Putin y del Kremlin se dedican a destacar e inventar logros estalinistas tanto en Rusia como en el extranjero.
Esta campaña no es nueva: quieren revivir la imagen de Stalin, como la de Neruda y otros personajes que se convirtieron en grandes poetas y héroes gracias a la propaganda del comunismo internacional y de los que se venden al “oro de Moscú”. Pero es evidente que la historia del estalinismo no se puede cambiar. Está escrita con letras de sangre.
Las purgas y la represión que dejaron millones de muertos en los años treinta, es la obra de Stalin y del Partido Comunista ruso.
En Rusia nadie quiere a Stalin. A su muerte lo quisieron exponer junto al cadáver de Lenin cuya momia incrustada en los muros del Kremlin sirve de atractivo turístico para los que visitan Moscú, pero muchos dirigentes comunistas se opusieron, llevando la voz cantante Niquita Khrushchev. Finalmente a Stalin lo guardan en lugar no público, pero el plan es ponerlo en exhibición.
También es bueno recodar que en la Rusia de hoy nadie es completamente libre.
Todos los cargos importantes están en manos de agentes del Partido Comunista y de los exmiembros de la KGB.
No hace mucho asesinaron a una periodista que combatía a Putin. La acribillaron a balazos en el elevador de su casa.
También debemos recordar el caso de un ex agente de la KGB que envenenaron en Londres.
La policía inglesa logró descubrir al asesino. Pidió su extradición de Rusia, pero Putin dijo que el asesino era miembro del Parlamento y que estaba protegido por la inmunidad parlamentaria. Lo mismo que hacía Stalin.
Vamos a recordar un poco la historia: hace casi 140 años que vino a este mundo uno de los seres más crueles que ha vivido en el planeta tierra: José Stalin. Desde 1917 Stalin, Lenin y León Trostky y el llamado Polít Buró de Octubre, iniciaron la Revolución que tenía por fin implantar el socialismo en Rusia.
Tras la muerte de Lenin en 1924, pese a que éste había advertido y dejado escrito que no permitieran que Stalin tuviera el control del Partido y mucho menos del poder, Stalin, trabajando en la sombra, llegó a ser el amo de Rusia.
Todo el que se le enfrentó lo mandó a matar friamente, como hizo su discípulo Fidel Castro.
Durante los fusilamientos de 1935, despachó al otro mundo a todos sus com-pañeros que lo ayudaron a ocupar el poder: el llamado el Polit Buró de Octubre.
Aquí consideramos necesario hablar de Trotsky, un príncipe de guantes blancos, gran orador, comisario del pueblo para la guerra que creó el ejército rojo y lo dirigió durante la guerra civil de 1918-1920. En 1925 Trotsky se opuso al creciente poder de Stalin, que pedía crear el socialismo en un sólo país, Rusia.
Trotstky sostenía que había que luchar por imponer el socialismo en todo el mundo, pero la verdad es que eran argumentos usados para justificar la lucha por el poder. Trotsky perdió la pelea y fue expulsado del territorio soviético.
Se asiló en Francia, luego en Noruega y finalmente en México. Tras una serie de gestiones realizadas por el Pintor Diego Rivera el presidente Lázaro Cárdenas le concede el asilo político.
En 1938 fundó la IV Internacional, conocida como trostkismo.
Vivió en la Casa Azul junto con Frida y Diego Rivera hasta su ruptura política con el pintor mexicano. Cambió su residencia a la calle de Viena en Coyoacán. En esta casa Trostky fue atacado dos veces. Una de ellas fue en Mayo de 1940: Un comando de 20 hombres al mando del pintor David Alfaro Sequeiros penetra en la casa y disparan más de 400 tiros. Sequeiros llega hasta donde dormían Trostky y su esposa y dispara sobre la cama, pero el matrimonio se había escondido. Los guardias de Trostky repelen la agresión y hacen huir a los atacantes. Ante la fuerza que estaban
ganando las ideas de Trostky, Stalin ordenó asesinarlo. Jotov, encargado de las operaciones contra éste en México reclutó a dos comunistas catalanes Caridad y Ramón Mercader, madre e hijo, para llevar a cabo el plan. Así mismo se acusan de participar en el asesinato dos figuras destacadas de la izquierda mexicana Vicente Lombardo Toledano y David Alfaro Sequeiros.
Ramón Mercader se ganó la confianza de la hermana de la secretaria de León Trostky, Silvia Ageloffy y esta logró que el disidente ruso lo recibiera en su casa. Mercader se dedicó a escribir en la prensa mexicana ensayos y artículos a favor de Trostky. Ganó la confianza de los hombres que cuidaban al creador del trostkismo.
El 20 de Agosto de 1940 Ramón Mercader fue a visitar a Trostky, con el pretexto de que éste leyera un artículo que iba a publicar.
Estaban los dos solos. Trostky, sentado, repasaba lo escrito por Mercader que estaba parado a su lado. De pronto este sacó un piolet que tenía oculto en la ropa y se lo clavó salvajemente en la cabeza. El alarido de Trostky se escuchó en toda la casa, pero ya no había nada que hacer. Trostky moriría un día más tarde en un hospital de la Cruz Verde.
A su entierro asistieron más de trescientas mil personas. Stalin sonreía complacido.
Emilio Martínez Paula.