Se conoce como ‘Juneteenth’, la fecha que conmemora el día de la liberación de los últimos esclavos en 1865 en Estados Unidos. Este año se ha recordado en medio de la pandemia y de las protestas raciales y en pleno debate sobre el derribo y la retirada de estatuas que cuentan una historia que ningún país debe tratar de borrar, sino de aprender de los hechos
Fue el presidente Abraham Lincoln quien anunció la liberación de los esclavos en Estados Unidos el 1 de enero de 1863, pero tuvieron que pasar más de dos años para que la noticia llegara a todos los rincones del país.
Fue un 19 de junio de 1865 cuando los últimos esclavos de Galveston (Texas) fueron notificados y desde entonces ese día se conmemora el fin de la esclavitud.
155 años después, Estados Unidos recuerda el hecho histórico en el año más convulso en medio de una ola de protestas raciales que ha desencadenado una guerra contra estatuas y símbolos racistas.
“Se informa al pueblo de Texas que, según una Proclamación del Ejecutivo de los Estados Unidos, todos los esclavos son libres. Esto implica igualdad absoluta de derechos entre los antiguos amos y esclavos, cuyo vínculo ahora será el mismo que el de un empleador y un trabajador”. Esas fueron las palabras que pronunció el general Gordon Granger, al frente de las tropas de la Unión, a su llegada a Galveston tras el final de la Guerra de Secesión.