Las virtudes de la ciruela pasa están en sus nutrientes, que la hacen especialmente beneficiosa para las mujeres, y sobre todo después de los 50.
Las ciruelas pasas, que son ciruelas que han sido deshidratadas -vale la pena la aclaratoria, porque son más dulces y calóricas-, son frecuentes en la repostería latinoamericana y también son tradicionalmente conocidas por favorecer la digestión, dado su alto contenido en fibra. Sin embargo, su composición la dota de otros importantes beneficios.
Son variados los estudios que evalúan este delicioso alimento, por sus valores antioxidantes, antiinfla-matorios y antialérgicos. Además, su consumo se asocia con una función cognitiva mejorada e influye en la disminución de factores de riesgo cardiovascular.
Además, según Nutrition Data, las ciruelas pasas tienen un importante contenido en vitamina K, nutriente que influye positivamente en la salud ósea, al punto que se ha estudiado su uso en el tratamiento de la osteoporosis y que además ofrece beneficios sobre el metabolismo esquelético y la reducción del riesgo de fractura.
Incluso, una revisión publicada en Ageing Research Reviews, indica que las ciruelas pasas es de las frutas más eficaces tanto para prevenir como para revertir la pérdida ósea, y su consumo por parte de mujeres posmenopáusicas, aumenta significativamente marcadores séricos relacionados con la formación ósea.
Y es justamente el grupo de las mujeres que atraviesan la etapa de la menopausia el que puede verse aún más beneficiado del consumo de ciruelas pasas, según reveló un estudio.
Se pudo demostrar que el consumo diario de cirue-las pasas, durante 12 meses, pareció tener efectos beneficiosos sobre la salud, porque se mejoró el microbioma fecal de estas mujeres, aumentando el crecimiento de bacterias beneficiosas para los procesos metabólicos.