La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se alistaba a subir los tipos de interés esta semana como parte de su esfuerzo por poner coto a una inflación desbocada y con el fantasma de una posible recesión en el aire.
Al menos dos gobernadores del banco central estadounidense están a favor de un nuevo incremento de 0,75 puntos como el que se decidió en junio -el más alto en 28 años-, si bien cada vez son más los que temen que una política fiscal tan agresiva lleve a la mayor economía del mundo a contraerse.
“Definitivamente estoy a favor de hacer otra subida de 0,75 en julio, probablemente 50 en septiembre, y luego podemos debatir si volvemos a los incrementos de 0,25”, dijo recientemente el gobernador de la Fed Christopher Waller en un evento de la Asociación Nacional de Economía Empresarial.
El presidente de la Reserva Federal de San Luis (Misuri), miembro con derecho a voto del Comité Federal de Mercados Abiertos de la Fed -que decide los tipos de interés-, se expresó en el mismo sentido en un evento aparte, recoge la cadena CNBC.
También apuntan a una subida alta de los tipos las actas de la reunión de junio, en la que los gobernadores reconocieron “la posibilidad de que una política monetaria aún más restrictiva podría ser apropiada si las presiones de la elevada inflación siguen persistiendo”, según las minutas.
En junio, la tasa de inflación de la mayor economía del mundo se situaba en el 9,1 %, algo no visto desde 1981.