El Departamento de Salud de Florida informó que hasta el 18 de junio, el estado había registrado 3,207 casos de COVID-19 en un día, el mayor recuento diario desde el comienzo de la pandemia. Según estos datos, el total de casos reportados en Florida aumentó a casi 86,000.
Alabama, Oregon, Carolina del Sur y Arkansas son de los estados que han visto más incremento de casos. Los otros son: Arizona, Texas, Florida, Oklahoma, Nevada, Wyoming, Hawaii, Vermont, Utah, Louisiana, California, Mississippi, Carolina del Norte, Oklahoma.
La mayoría de estos estados decidieron reabrir sus economías a principios o mediados de mayo, y algunos de ellos han sido muy flexibles con las normas de seguridad como el uso de máscaras.
Los gobernadores de Florida y Texas se encuentran entre los líderes estatales y nacionales que atribuyen el aumento de casos a más pruebas. Pero los epidemiólogos argumentan que los números de casos deberían disminuir con mayores pruebas, porque en teoría los funcionarios de salud deberían poder rastrear los casos adicionales y frenar la propagación del virus.
El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo alertó sobre otro posible cierre de la ciudad, y eventualmente del estado, si siguen resurgiendo los casos de COVID-19.
El buen clima ha hecho que muchas personas no respetaran el distanciamiento social: los bares se atestaron y la Ciudad ya ha recibido 25,000 quejas denunciando establecimientos que no estaban cumpliendo con las normas de seguridad.
Por eso, expertos en salud pública están rogando a la población que sigan respetando la distancia social, que ha demostrado ser una de las medidas más eficaces para detener la propagación del coronavirus.