El despacho de abogados del exjuez español Baltasar Garzón, ILOCAD, ha anunciado este miércoles que asume la defensa de Álex Saab, el empresario colombo-venezolano acusado de ser el testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Ma-duro, para dar “una batalla política y jurídica”. “ILOCAD ha asumido la coordinación del equipo internacional de defensa de Álex Saab, detenido en Cabo Verde y acusado de lavado de dinero por parte de Estados Unidos”, ha informado el International Legal Office for Cooperation and Development en un comunicado. El despacho de Garzón ha considerado que “existen claros indicios de que se están vulnerando derechos fundamentales por parte del Gobierno estadounidense”, así como “evidencias” de que “se puede estar incurriendo en malas prácticas por parte de las autoridades norteamericanas”.
En su opinión, “el señor Saab se ha visto perjudicado por una serie de irregularidades, tales como una clara falta de proporcionalidad en la acusación, la falta del derecho al debido proceso y las garantías procesales, en caso de ser extraditado a Estados Unidos”.
A este respecto, ha advertido de que, “en caso de ser extraditado a Estados Unidos, el señor Saab es susceptible de sufrir una situación de tortura o trato cruel, inhumano o degradante, fruto de ser sometido a un proceso penal eminentemente político”, por lo que “se podrían producir daños a la integridad física y psíquica”.
“Consideramos que desde Estados Unidos se mantiene una batalla diplomática contra Venezuela a través de distintas herramientas, entre ellas las sanciones extraterritoriales contrarias al Derecho Internacional, o a través de la imposición de restricciones económicas a Venezuela”, ha apuntado. Así, ha afirmado que “la acción que la Justicia y la Administración norteamericanas están llevando a cabo contra diferentes personas venezolanas, y especialmente en este caso contra el señor Saab, forman parte de una estrategia política de guerra jurídica inaceptable por parte de aquel país”. Saab fue detenido el pasado 12 de junio en Cabo Verde durante la parada técnica que hizo el avión privado en el que viajaba a Irán en calidad de “agente” del Gobierno de Maduro.