Puerto Rico es popular entre los viajeros por sus coloridos edificios, playas de arena y arrecifes de coral, y museos que celebran desde revoluciones fallidas hasta pinturas clásicas europeas.
Los turistas deberán portar el resultado negativo a una prueba molecular realizada 72 horas antes
Desde el 15 de julio, después de que se cerrara a los visitantes cuando se produjo la pandemia de COVID-19, Puerto Rico, está ahora en la tercera fase de su reapertura económica, que abarca la recreación y el turismo.
Puerto Rico abrió oficialmente sus fronteras al turismo internacional, pero exige a los viajeros una prueba de no estar infectado por el coronavirus SARS-CoV-2, en un momento de alta preocupación en la isla por el rápido incremento de casos y hospitalizados.
Los turistas que viajen a la isla deberán portar el resultado negativo a una prueba molecular -realizada durante las 72 horas anteriores-, ya que de lo contrario estarán obligados a guardar una cuarentena de dos semanas.
Puerto Rico es popular entre los viajeros por sus coloridos edificios, playas de arena y arrecifes de coral, y museos que celebran desde revoluciones fallidas hasta pinturas clásicas europeas.
Los residentes locales pueden volver a disfrutar inme-diatamente de sus populares atracciones y recursos naturales y culturales, mientras que la industria turística se prepara para volver a recibir a los viajeros internacionales.
El ministerio de turismo del gobierno, la Compañía de Turismo de Puerto Rico (PRTC), ha diseñado un estricto conjunto de normas de salud y seguridad que las empresas de la industria deben cumplir antes de reiniciar sus operaciones.
Los visitantes que lleguen al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín se someterán a un chequeo de temperatura y a una rápida revisión de salud. La prueba gratuita y voluntaria de COVID-19 también está disponible en el sitio.
El gobierno también está trabajando en las excepciones a la cuarentena obligatoria de 14 días que permanece en el lugar, para aquellos que puedan proporcionar pruebas de una prueba COVID-19 negativa.
Los hoteles de Puerto Rico han permanecido abiertos durante toda la pandemia, y los espacios comunes, como piscinas, bares, restaurantes y tiendas dentro de los hoteles, están actualmente autorizados a funcionar al 50% de su capacidad con el fin de promover el distanciamiento social.
Los operadores turísticos y las empresas que alquilan equipo utilizado para actividades relacionadas con los viajes también están autorizados a reanudar sus operaciones.