A la Lavanda se la conoce por sus numerosas propiedades. Pero es en su aceite esencial obtenido de las flores frescas, donde se concentra su poder aromaterapéutico, capaz de actuar contra la ansiedad, la depresión y la debilidad en general
El magnetismo que ejerce esta planta universal va mucho más allá de las propiedades calmantes y relajantes que se le atribuyen. Porque el poder de la Lavanda abarca cuerpo y mente. Y forma parte de ese bouquet de flores y plantas que nos acompañan -por muchas razones- a lo largo de nuestra vida.
La fragancia y propiedades equilibrantes de su aceite esencial influyen tanto en la piel como en el estado de ánimo.
La vistosidad de la lavanda, junto con su inconfundible aroma, hace que sea una de las plantas ornamentales por excelencia. Además de ello, se ha utilizado desde tiempos remotos, al igual que otros remedios naturales, por sus propiedades en tratamientos relajantes tanto para la cosmética como en el ámbito medicinal.
La planta es originaria de la cuenca del Mediterráneo occidental. Es decir, esta planta es especialmente prolífica en la zona mediterránea de Francia (su productor principal) o España. Además de estos dos países, hay otros situados en zonas geográficas diferentes, pero que son productores de esta, como puede ser Argentina, Bulgaria, la India o Japón.
Es una planta que se usa especialmente de forma ornamental, debido a su precioso color y su gran aroma.
Además de las propiedades esotéricas, también vamos a dar una pincelada a algunas de sus otras grandes propiedades.
Lavanda y sus propiedades esotéricas
Como hemos dicho anteriormente, la lavanda tiene grandes propiedades para un sinfín de aspectos de nuestro día a día. Primero nos centraremos en las propiedades esotéricas, donde son una herramienta fundamental para muchas de las situaciones que nos encontramos.
Uno de sus principales poderes es el de poder repeler las energías negativas, y a la vez, atraer todas las energías positivas. De esta forma nos protegen de todo lo negativo que se nos presente delante.
Son ideales para poder ayudar a diferentes personas que sufren espiritualmente, ya que ayudarán a su propia sanación espiritual. Así, nos ayudará a liberar bloqueos personales que podamos sufrir, así como poder afrontar los diferentes miedos o temores que se nos presenten en la vida.
En momentos donde sintamos ansiedad tanto esporádica como prolongada, así como estrés o grandes nervios, la lavanda es eficaz para poder tranquilizarnos y nos ayudará a ver las cosas de una forma muy diferente.
Si sufrimos de insomnio, o nos cuesta mucho dormir, tener aroma de lavanda cerca nos ayudará a esclarecer nuestros pensamientos y alejarnos de todo el nerviosismo antes de irnos a dormir.
Es perfecta para atraer buena suerte y éxitos, de tal forma que puesto en nuestro hogar, ayudará a limpiar de energías negativas toda la casa y solo permitirá entrar energías positivas.
Se usa en rituales de amor, ya sea a través de pócimas para la atracción, para “calmar” a la otra persona y que se fije en nosotros o por ejemplo, para dulcificar una relación que no pasa por el mejor momento. Además, sirve para aumentar el deseo sexual o la libido, especialmente del género femenino.
También es efectiva en aquellos momentos donde nos sentimos desanimados o tristes, ya sea por una mala época o por una ruptura sentimental, entre otras.
Otro tipo de propiedades
Como hemos dicho, la lavanda tiene muchísimos tipos de propiedades y atributos, ya sean curativas, terapéuticas, higiénicas, etc.
Contiene propiedades antisépticas y cicatrizantes, para poder cicatrizar y mejorar pequeños rasguños, cortes o picaduras de insectos, así como para el tratamiento de enfermedades como la psoriasis. También puede usarse como antiinflamatorio. Es por eso que es la base de muchas cremas y geles.
Ayuda a curar y mejorar problemas relacionados con el aparato respiratorio, sanando problemas como el asma o otro tipo respiratorio.
En momentos donde nuestro tránsito intestinal no funciona correctamente, la lavanda nos ayudará a realizar digestiones de una forma mejor.
Los componentes de la lavanda se usan como repelente de insectos.
Tiene propiedades antivíricas y antibacterianas, en enfermedades como un resfriado o la gripe.
Cómo utilizar la lavanda
Hay diferentes formas de usar la lavanda, y cada una sirve para diferentes características.
Infusión: tanto de forma natural con la planta o con en forma de té. De esta forma combate el cansancio y mejora la digestión.
Tintura: tomando una cucharada de postre al día, sirve para mejorar el dolor de cabeza, la depresión o el estrés.
Cosmética: Se puede usar tanto en crema o en gel, para mejorar la salud de la piel.
Aceite Esencial: es el formato que aúna más características, siendo el mejor para aprovechar las propiedades de la lavanda. Sirve por ejemplo para picaduras de insectos o dolores musculares.
Incienso: otro de los formatos más importantes, ya que gracias al aroma de este, muchas de las características podrán penetrar en nuestro cuerpo o adherirse a nuestro hogar, para apartar cualquier energía negativa.