La oficina europea de policía, Europol, alertó este martes de que la atmósfera de animadversión contra ciertas minorías en la Unión Europea (UE) puede incitar a la acción a “individuos radicalizados que usan violencia”, quienes encuentran en internet una comunidad que les apoya e instiga actos criminales
Así inicia la directora ejecutiva de Europol, Catherine de Bolle, el informe de esta entidad sobre tendencias en la actividad terrorista en la UE, que el director del Centro Europeo contra el Terrorismo de Europol, Manuel Navarrete, presentó este martes en el Parlamento Europeo.
En el preámbulo del informe, De Bolle advierte de que, aunque “muchos grupos de extrema derecha en la UE no han recurrido a la violencia”, sí que “contribuyen a un clima de miedo y animadversión contra grupos minoritarios”.
“Este clima, que se construye sobre la xenofobia, el odio a judíos y musulmanes y el sentimiento antimigratorio, puede reducir el umbral para que algunos individuos radicalizados usen violencia contra miembros y propiedades de minorías como hemos visto demasiado a menudo en los últimos meses”, señala De Bolle.
La directora de Europol apunta a que, como los yihadistas, “los lobos solitarios violentos de derechas echan raíces en comunidades en línea más amplias que promueven el odio y deshumanizan ciertos grupos de nuestras sociedades diversas”.
De hecho, el informe destaca que yihadistas y extrema derecha tienen en común que ambos “incitan a individuos a perpetrar actos violentos de forma autónoma y tildan a los perpetradores de ‘mártires’ y ‘santos’, respectivamente”.
Ante la comisión de Libertades Civiles, Navarrete recalcó la preocupación en Europol por “el aumento del extremismo en línea” y la incitación por parte de las comunidades radicalizadas en internet, que instigan a perpetrar atentados a individuos que actúan solos.
Navarrete recordó que ya se han producido atentados graves que “fueron un reflejo de la incitación en comunidades en internet”, como el cometido en marzo de 2019 por un supremacista blanco contra 51 musulmanes en Christchurch (Nueva Zelanda), que durante varios minutos fue retransmitido en directo a través de las redes sociales.