“El portador de esta tarjeta sufre de una enfermedad mental o física que le impide llevar mascarilla en virtud de la ley para personas con discapacidad, y no está obligado a revelar su enfermedad.” El texto de esta tarjeta sanitaria de aspecto oficial solo acierta en una cosa: lo de la enfermedad mental.
Sí, lo siento pero hay que estar bastante mal de la cabeza para pretender librarse de llevar mascarilla en plena pandemia apelando a algún oscuro privilegio que además está aparentemente sujeto al secreto de sumario. La tarjeta, por supuesto, es falsa. La imagen se ha hecho viral en Twitter y Facebook está semana y el Departamento de Justicia se ha apresurado a confirmar que ellos no emiten ningún tipo de tarjeta ni remotamente similar, y que ante la duda se llame al teléfono de atención al ciudadano provisto por el departamento. Este es parte del anuncio ofi-cial al respecto.
El Departamento de Justicia ha tenido conocimiento de la aparición en Internet de tarjetas o volantes sobre la Ley de Esta-dounidenses con Discapacidades (ADA) y el uso de máscaras faciales debido a la pandemia COVID-19. Algunas incluso muestran el sello del Departamento de Justicia.
Estos documentos no han sido emitidos por el Departamento de Justicia y no es-tán respaldados por el Departamento. El Departamento urge a los ciudadanos a no confiar en la información contenida en esos documentos y a visitar la web de ADA para obtener más información.
Probablemente los documentos sean la desafortunada ocurrencia de esos ciudadanos que creen que la prevención de la pandemia de covid-19 no va con ellos, pero conviene recordar que existe un delito llamado falsedad documental por el que nos podemos meter en un buen lío si la tarjeta que hemos diseñado con amor y Photoshop lleva sellos oficiales y acaba en manos de la policía. En Estados Unidos, por citar este caso concreto, utilizar el sello de un departamento o agencia del gobierno de manera fraudulenta es un delito penado con multas y con penas de hasta cinco años de cárcel en función de la gravedad de la falsificación.